✦ De estudiante a opositora.

¡Muy buenas!

No sé vosotros, pero a mí este calor hay días que me atonta y me deja sin ganas de nada... Hoy está siendo uno de esos días perdidos y llenos de calor y aburrimiento, pero he conseguido sacar algo de ganas para contaros una cosita importante a nivel personal, y que ya véis o intuís por el título de la entrada.

Aquellos que más o menos me leéis a menudo, sabréis que éste fue mi último año de universidad, que ya presenté y defendí mi proyecto final, y que también me gradué, convirtiéndome por fin, y oficialmente, en maestra (o profesora, como prefiráis llamarlo).

Pues bien, una vez todo terminado, llega ese momento de inseguridad en el que te planteas qué vas a hacer ahora con tu vida. Trabajar, seguir estudiando,... Te apetece trabajar, pero tienes miedo porque nunca antes lo has hecho. Los estudios siempre son importantes, pero te aburre seguir haciendo lo mismo desde hace casi veinte años. Yo he pasado ya por esa tormenta, y aunque no es algo que tenga totalmente claro y asumido aún, sí que os puedo decir que, por lo pronto, he tomado una importante decisión.

Voy a opositar. Era algo que ya venía replanteándome desde hacía bastante tiempo, y después de informarme e ir a una reunión en una buena academia para opositores a maestro, he decidido apuntarme y darlo todo este año para intentar sacar las oposiciones en el 2015. Sé que opositar no es hacer un examen cualquiera, que requiere de muchísimo estudio y esfuerzo, pero es algo que ya tengo asumido, y creo que la recompensa si lo consigo será más que suficiente.

Lo bueno de esto es que no voy a pasar por este complicado bache yo sola, pues otras dos buenas amigas de la universidad se han apuntado también, las tres juntas a las mismas clases. Esto será mucho más llevadero, donde va a parar, jaja. Además, tendremos buen apoyo para estudiar, y seguiremos con nuestros planes de estudio que llevábamos en la carrera y que tan buenos resultados nos han dado. Vamos, que es una buena motivación, ¿no creéis?

Así que nada, las clases empiezan en octubre, por lo que tendré que aprovechar este verano a tope porque después me esperan momentos de muuucho estrés, que lo sé yo. Sólo espero que todo el esfuerzo que ponga (y el dineral que me voy a gastar) merezca la pena.

Besos Celestes.