✦ Toda una tarde perdida.

 

Soy de esas personas que siempre piensa que los días son demasiado cortos y que necesito más horas para poder hacer todo lo que quiero o me gustaría; por eso, cuando surgen ocasiones en las que ese poco tiempo que tengo y que tan valioso es para mi se pierde, no puedo evitar molestarme o sentirme mal. En este caso, toda una tarde que podría haber aprovechado para adelantar diferentes cosas que tenía atrasadas, al final no ha sido más que una pérdida de tiempo. ¿Tanto les cuesta a los profesores avisar cuando no va a poder venir? ¿No pueden mandar un correo avisándolo o llamar al menos a la universidad para que nos lo comuniquen y no tengamos que estar esperando una hora sin hacer nada? Y lo que me molesta no es que no haya venido hoy, sino que llevamos unas primeras semanas que faltan más profesores de los que vienen, y después nos pedirán recuperar el tiempo perdido… Como no.

Si a este asuntillo le añadimos que hoy había servicios mínimos de Metro y Renfe, apaga y vámonos. Cuando normalmente tardo unos veinte o veinticinco minutos en llegar a clase, hoy he tardado una hora; he estado quince minutos esperando el Metro, y otros veinte minutos la Renfe, más el tiempo que tardo desde que salgo de casa y demás. Vamos, que he perdido una hora de viaje de ida, una hora de clase sin hacer nada y otra hora de viaje de vuelta. Como sólo teníamos dos horas de clase con el mismo profesor, al no venir hemos podido marcharnos antes a casa, pero no dejan de ser horas perdidas de aquí para allá para absolutamente nada provechoso. 

En fin, por mucho que uno se queje, toca aguantarse y nada más. Normalmente no suelo molestarme por contratiempos como este, son cosas que pasan y ya está, pero cuando la gente se pasa por el pito del sereno sus obligaciones en más de una ocasión, llega un momento en el que necesitas soltarlo. Así que no añadiré nada más a esta entrada, pues simplemente ha sido eso, una manera de desahogarme un poquito con el día de hoy. Un saludo.

✦ Rincón Celeste.